En 1967 Don Saturnino fundó una pequeña panadería donde se producían variadas exquisiteces, entre ellas el tradicional bizcocho de grasa. Con el transcurrir de los años, el bizcocho, se fue haciendo más popular y toda la familia trabajó para abastecer la demanda.
Hoy contamos con tecnología de última generación para la elaboración y desarrollo de nuestros productos procurando no perder el toque artesanal que nos caracteriza.